Otra vez está enfermo de la garganta tu hijo… ¿Con quién estás enojada? ¿No le puedes curar esa diarrea recurrente? ¿Por qué estás dejando ir tu bien? ¿La beba tiene gripa y catarro? ¿Estás confundida respecto de una decisión, demasiados temas en tu vida sin resolver?
Sí… efectivamente… tú tienes mucho que ver con las afecciones de tus hijos, no se trata de buscar culpables, me refiero a que sin darte cuenta, sin siquiera proponértelo, la fuerza de tus pensamientos son energía y tus hijos la reciben.
Así es como explicamos que tu hijo es tu reflejo, lo que tú proyectas, tu hijo o hija lo reciben como en pantalla cinematográfica de tercera dimensión y es en estos casos en los que debes contactar con tu ser interno para analizar, sin miedos o culpas, qué te ocurre.
La mayoría de las veces, en cuanto concientizas qué te pasa automáticamente desaparece los síntomas en tus hijos. Es por ello que hay que entrenarnos en cómo pensar bien. Te invito a valorar este hermoso regalo de ser madre. Se trata de un hecho especial y maravilloso que implica la responsabilidad por una nueva vida.
Como madres antes de preocuparnos, lo mejor es ocuparnos y descubrir esta energía vital que emana de nuestra mente como pensamientos para estar más atentos de los que estamos creando.
Valora, goza y disfruta de este maravilloso regalo que la vida te da, recuerda pensar en abstracto porque los pensamientos son energía y atraen a su igual.
Hasta la próxima
Martha Sánchez Navarro
#PiensaBienYAcertarás
