Llama a tu niño@ interno y pídele que te ayude con eso que no fluye. Analízalo, un niñ@ se enfoca en el presente, el pasado se le olvida y por en la mañana ni se acuerda.
Un niñ@ tiene un poderoso impulso: aprender, por eso absorbe cada experiencia con intensidad.
Los adultos, sin darse cuenta caen en los mismos errores del pasado. A un adulto le invade el miedo al futuro. Aquí es donde conviene recuperar a nuestro niñ@ interno.
Ese pequeñ@ te hará gozar del presente, te revivirá las ganas por jugar descalz@ sobre el pasto, te volverá amig@ de tu tiempo, te reencontrará con las cosas simples, las que más importan y durarán toda la vida, las que guardas en tu corazón para siempre y te ayudan a retomar el camino día a día.
Y por último es niñ@ interno te devolverá la “RISA”. Es tu regalo recupéralo.
Te quiere
Marta Sánchez Navarro.